miércoles, 24 de octubre de 2007

LA LEYENDA DE LA MALDITA VIEJA DEL SEGUNDO



El fenómeno de las “malditas viejas de los segundos” es común en todos los edificios de más de tres plantas de España. Comenzó en a mediados de los 70, financiado por la Conferencia Episcopal para contrarrestar el auge que estaba teniendo el de las “vecinas del quinto”. Para evitar que los hombres ibéricos se pasasen horas y horas en casa esperando a la jamona que se acababa de instalar en el quinto piso, se trajeron ordas de ancianas de los cada vez más despoblados pueblos del interior y se colocó estratégicamente una maldita vieja en las segundas plantas con el objetivo de hacer tan inhabitable el clima en la finca que los señores no tuviesen más remedio que irse a trabajar, a misa, al fútbol o a la compra.

Pero que no se quedaran en casa pensando en pecar. Y menos, si no era con su mujer.

¿Cómo reconoceríamos hoy a una maldita vieja del segundo? Hay una serie de características que ayudan: las malditas viejas del segundo son sordas si quieres preguntarles algo, pero tienen más oído que un elefante si se juntan más de 3 personas en tu casa. Las malditas viejas del segundo saben la vida de todos tus vecinos y creen que a ti te interesa. Las malditas viejas del segundo tienen la fea costumbre de que cuando les preguntas qué tal están, contestarte con todo lujo de detalles sobre sus enfermedades. Las malditas viejas del segundo guardan secretos, bien en forma de pañuelo de papel usado en la manga, bien en forma de bragas de la postguerra que tienden justo enfrente de tu ventana, bien en forma de almendra garrapiñada de cuando las almendras garrapiñadas tenían algún valor, que te regalan por como recompensa por haberles subido la compra de la semana hasta su casa, que huele como todas las casas de todas las malditas viejas del segundo del mundo.

Por supuesto, las malditas viejas del segundo tienen una edad avanzada, y por ello andan a paso de tortuga ocupando toda la escalera si necesitas subir rápido a tu casa porque empieza el fútbol. Y corren que se las pelan ataviadas con bata y rulos para salir por la tele si algún vecino ha matado a su mujer a martillazos, cosa que, por suerte, no suele ocurrir todas las semanas en la finca donde vivo yo.

Tras los ochenta y a raíz del aumento desmesurado del precio de las viviendas, las vecinas del quinto tuvieron que buscarse novios con los que compartir el piso y la hipoteca del mismo, con lo que las malditas viejas del segundo cayeron un poco en desuso, siendo utilizadas como público en los programas de testimonios de las tardes o bien deportadas en autobuses patera a Benidorm, donde las ponían a bailar pasodobles en bailes y verbenas que acababan con el himno de Valencia cantado por Francisco. Tras esa canción, exhaustas, las malditas viejas del segundo más débiles morían y se iban al cielo de las malditas viejas del segundo.

Pero hoy aún quedan malditas viejas del segundo diseminadas por toda nuestra geografía, que se resisten a dejar que los nuevos tiempos acaben con ellas como acabaron con las vecinas de los quintos. Pero les quedan pocos días de vida, porque Rajoy, que es un tío más listo que el hambre aunque sesee, ha descubierto que el problema del mundo no es el cambio climático ya que no sabemos el tiempo que va a hacer mañana en Sevilla, sino la reproducción lenta y constante de las malditas viejas del segundo.

Y aunque no lo ha dicho, sé de buena tinta que si gana las elecciones, va a emprender una campaña de exterminio con ellas que ríete tú de la de los nazis. Empezará quitando los programas de José Luis Moreno. Y con lo cruel que es, no quiero ni imaginar cómo podría acabar.

No creo que el resto de los vecinos, por mal que nos caigan las malditas viejas del segundo, seamos tan bobos como para votar a Rajoy. Pero como ya se han visto cosas peores, yo ya le he mandado un mail a mi abuela, diciéndole que se vuelva al pueblo antes de que sea demasiado tarde.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi abuela, que por cierto vive en un segundo, ya me ha dicho que ella votará a los socialistas, como siempre... porque según ella Felipe González es muy guapo... que le vamos a hacer...

RMK

El superintendente Vicente y el Capitán RMK dijo...

Queda pues, dedicado este post, con todo el cariño y la admiración hacia una persona que no solo tiene nietos estupendos sino que además, por lo que cuenta la leyenda, hace unos macarrones con tomate que se caga la perra.

Capitán, va por su abuela.

Anónimo dijo...

Blog molón, sí señor, pero se echa en falta algo sobre mozas nórdicas de los 60 con las carnes prietas en la Costa del Sol


Salut, companys

Anónimo dijo...

Aceptamos el reto, querido amigo anónimo (aunque por la letra creemos saber de quién se trata, viejo truhán). El equipo directivo del blog ha mandado al fotógrafo a Suecia en bañador a hacer fotos, mientras que este humilde escriba marcha a woman secret, a oler bragas, un hobby más que recomendable.

Si la semana que viene no tiene usted el post deseado, le invitamos a cervezas hasta que caiga al suelo, bien por el consumo excesivo, bien porque a su edad, estar de pie más de 5 minutos seguidos es complicado.

Salut amic!!

Anónimo dijo...

Me apunto a las suecas y las cervezas !!!!

hasta pagaria una ronda

y..., sobre todo, pongase ese top mmmmm

Anónimo dijo...

Del post no me enteré, pero los comentarios me hicieron sonreir e irme. Espero que para siempre.

Anónimo dijo...

Aclarado que eres un mentiroso del autorretrato RMK. Y mis últimas esperanzas de que esto hubiese sido una pesadilla esfumadas.
Seguid bien.

Anónimo dijo...

Que lo que era es un homenaje al mítico Superhumor :)