jueves, 2 de julio de 2009

Los Ángeles de Vicente


Cuando me enteré del fallecimiento de una de las actrices de Los Ángeles de Charlie, muchas cosas pasaron por mi cabeza. Entre ellas, un sombrero tirolés que se me posó y me acompañó hasta ayer, cuando partió en migración junto a su bandada hacia testas más cálidas del norte de África.

Si tuviese que quedarme con un animal, sería sin duda el sombrero tirolés: es noble, elegante, fiel, aguerrido y tiene, junto con la camiseta imperio, uno de los rituales de reproducción más cómicos del reino animal. Ja, ja, sólo de recordar a dos sombreros tiroleses en época de celo me entra risa, ja ja. Lástima que un 89% de las sombreras no sobrevivan al parto y sus cuerpos inertes aparezcan varados en las costas, comidos por los peces y por los portalápices marinos. Ja, ja, los portalápices marinos, ja ja. Otro día les contaré más cosas sobre animales, recuérdenmelo cuando me vean por las calles dando saltitos con mi saltapic o asomado a una ventana lanzando miguitas de pan a los sinfonieres.

También me vino el recuerdo de cuando en un intento de modernizar la organización secreta en la que trabajo, mis superiores decidieron crear un cuerpo de élite femenino guiado por mí. Eran tres mujeres (de ahí lo de femenino) expertas en artes marciales y altamente cualificadas para desarrollar peligrosísimas misiones.
Formamos un equipo llamado, en un alarde de originalidad, Los Ángeles de Vicente (si esto fuera una historieta de Mortadelo y Filemón, ahora estaríamos en una viñeta muy grande con el nombre en letras gordas, o como las llaman los diseñadores gráficos, letrotas). Al igual que en la serie, ellas no me veían la cara, fue la única condición que pusieron para trabajar conmigo. Se llamaban Inga, Scarlett y Práxedes. Y eran de Noruega, de Suecia y de Sueca, che.

Nunca olvidaré cuando mi abuelo me regaló mi primer Werter's Original ni nuestra primera misión. Desde mi despacho apreté el interfono y dije: "Ángeles, dejad todo lo que estéis haciendo y venid, hay una misión urgente que cumplir."

Minutos después, entraron por la puerta:

- Perdona mi atuendo Vicente, pero es que estaba probándome el catálogo de lencería femenina de Women Secret y como has dicho que lo dejáramos todo...

- Y el mío, yo estaba experimentando qué se siente al embadurnar mi cuerpo de top model con nata. Nunca sabes cuándo te va a hacer falta.

- Yo me estaba duchando y para no venir desnuda, me he puesto una muñequera, aunque escotada.

Rediela, aquéllos sí fueron buenos tiempos. Eran auténticas profesionales y no fallaron nunca ninguna misión. Y si lo hicieron, a mí plim. Me bastaba con que lo intentaran y me pasaran vídeos de sus fiestas del pijama sin pijama. Nunca he sido un jefe excesivamente autoritario.

Sin embargo el tiempo es como Luis Cobos, que todo lo que toca lo estropea y al cabo de unos años me vi en la obligación de deshacer el equipo. Inga salió del grupo cuando me negué en redondo a acatar las órdenes de su sindicato que exigía cambiar el nombre por el de Los/Las Ángeles/as de Vicente/a.

A Scarlett le salió cara su afición al embadurnamiento de nata y murió obesa, con el colesterol por las nubes y devorada por una manada de calcetines salvajes.

Con Práxedes la ruptura aún fue más traumática: se me ocurrió decir que en Dénia se hacen mejores paellas que en Sueca y montada en cólera trató de asfixiarme apretándome la miembra con un cascanueces. Por suerte la llevo forrada de amianto para evitar constipados y la cosa no fue a mayores. Aunque al quitarme el forro para ver si me había dañado, me constipé. Je, si lo sabía yo.

Luego la organización decidió sustituirlas por un coche negro que hablaba, se ponía a dos ruedas para pasar por entre camiones cargados de hortalizas y estaba preparado para destruir carros de heladeros en persecuciones por las calles de San Francisco. Y a mí me asignaron como secretaria a la señora Angelines, una señora de Cuenca que no sabe kárate pero que en sus ratos libres amaestras camisetas imperio en la terraza de su casa.

Y de ella es de donde saco todos mis conocimientos sobre el mundo animal con los que impresiono a mis amigos. Y a la larga, compensa. Vaya si compensa...

4 comentarios:

José Luis López Recio dijo...

Muy bueno.
Saludos

Yosi dijo...

Eah! voy yo y me lo leo a primera hora en el curro.
Monday, Badajoz, 25ºC.
Mal echo, muy mal.. debería de estar mosqueado y no aquí sonriendo entre dientes mientras mi jefe se zampa un spetequete amb tumaca (dios, que reguetro!).
Mu güeno tio.
Felicitats!

mewell dijo...

Siento el cambiazo que te pegaron los 80's, 3 buenas mozas por un coche que habla y se hace el graciosillo... ¿A ti también te dijeron eso de "para que el coche se entere díselo al reloj"?

El superintendente Vicente y el Capitán RMK dijo...

Mewell, yo le hablaba por el tubo de escape, con el consiguiente hedor de aliento posterior y la ridiculez de la postura, mecachislá.

Amigo Yosi, ánimo, piense que al menos en Badajoz tienen una hora menos y playas paradisíacas en las que disfrutar de un agua de coco autóctona. El día menos pensado pillo mi atlas y mi funicular y me planto allí.

Joselop44, muchas gracias, bienvenido y otro saludo.