miércoles, 4 de marzo de 2009

Una cuestión de peso


Muchos de ustedes, queridos amigos, me preguntan día sí día también (esto es una frase hecha, no les estoy llamando malditos pelmazos) que por qué no hay ninguna foto mía en este blog que con tanto alborozo compartimos. Ah, cómo se nota que no me conocen en persona, porque entonces otro gallo cantaría (esto también es una frase hecha, no vayan ustedes a pensar que los gallos… ah, que ya lo sabían, que no son tontos, que no hace falta que lo explique todo y que me meta los paréntesis donde me quepan. ¿Y que eso no es una frase hecha? Carambos, qué carácter. Pues nada, nada, cierro el paréntesis, sigo a lo mío y si luego no entienden algo, ya se apañarán, susceptibles).

Iba diciendo antes de que me increparan que no hay fotos mías en el blog. El motivo es el siguiente: estoy tan gordo que no quepo. Y eso que las pantallas son apaisadas. Pero ni así. Ni en las de 20 o 22 pulgadas, ésas tan grandotas que usan los diseñadores. ¿Qué pasa, que en una pantalla normal no lo ven? ¿Y por qué no hacen más grandes los logotipos? ¿Y para qué sirven entonces las gafas de pasta? ¿Para hacer bonito? Me gusta meterme con los diseñadores, les puedo insultar sin problemas porque éste es el segundo párrafo y ellos ya hace varias líneas que se han dormido.

¿No me creen? Miren: diseñadores gilipuertas.

Nada, no queda ni uno. Ellos, si no está en negrita (de colorcito para los políticamente correctos) no lo leen ni aunque les vaya la vida en ello. Ahora, eso sí, si pones una foto o un dibujito (ilustración que les llaman) y eso sí, lo analizan, observan la perspectiva, el trazo, la luz… panda de snobs, oiga.

Yo creo que los diseñadores son grandes muchachos. Y mejores personas.

Por ceñirnos un poco, que estoy gordo. Aunque claro, si estoy gordo, es normal ceñirse, ¿no? Ceñido, gordo, ¿lo pillan? Ja, ja, ja, qué risa. Es que tengo unas cosas que oigan, soy la monda. No sé ustedes qué piensan, pero yo a veces creo que estoy incluso infravalorado, que me estoy perdiendo aquí dentro, porque es que se me ocurren unas cosas tan graciosas que si me conocieran más allá del blog, quizás me haría archifamoso. Me saldría. Claro, como estoy tan gordo… ¿ven? ¿ven? ¡¡Soy un no parar!! Ja, ja, ja, ¡dios mío, díganme que me calle o se me va a salir la mandíbula!

Ah, ah, cdeo de ze me ha zadido da. Miedda, da dabía do de danda dizaaa….¡crack!

Uy, ya está. Suerte que de niño tenía la enciclopedia de los Jóvenes Castores y allí leí cómo recomponer una mandíbula y cómo fabricar un desfibrilador con dos ardillas y un cable de cobre.

De pequeño siempre estaba devorando libros. Quizás sea por eso por lo que estoy gordo. Pero no porque me los comía (es que claro, era una frase hecha y no sé si la habían entendido o no), sino porque los leía. Leía todo lo que caía en mis manos: ficción, biografías, libros de instrucciones, folletos publicitarios, guías telefónicas, biblias, coranes, tigres, leones, todos quieren ser los campeones… Y claro, al tiempo que crecía mi vasta cultura, unas gelatinosas lorzas cubrían mis abdominales y me daban el aspecto orondo que ahora tengo. Para que se hagan una idea, tengo mollas hasta en los ojos.

Por eso ahora tampoco puedo leer. Quizás por eso escribo lo que escribo.

No lo sé, como no me leo…

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido Vicente, gracias por tus alegres palabras a los diseñadores, como tu bien dices, somos grandes muchachos y mejores personas.

Por cierto, me gusta el uso de la negrita para enfatizar el texto y captar la atención del lector, yo hubiera utilizado una tipografía más In, pero hay que reconocer que la que has utilizado facilita la lectura y estiliza el contenido y sobretodo acompañan a la imagen, que sin duda es lo más importante del post.

me quito las gafas de pasta y te saludo. por cieto, donde estas que no te veo...

Reverendo Hoover dijo...

Mucho bombo a las negritas pero... qué pasa con las cursivas? Y con las subralladas? Un poco de cuidado al hablar de las letras, o si no aguante usted a las New Times Roman que siempre se quejan de trabajo, a las Arial diciendo que de los segundos nadie se acuerda, a los ComicSans que nadie les toma en serio, a las Symbol que se sienten inútiles... en fin, un desaster.
Y sí, doy fe que el Superintendente está gordo, como una tapia.

mewell dijo...

mira que lo intento, y siempre me dicen: "entra en el blog de estos que es muy divertido y bla bla bla...". Y entro pero siempre es la misma tipografía, mismo cuerpo, mismo interlineado y justificado a la izquierda, dónde está la gracia??!!!
Ah! y gracias por el cumplido a los diseñatas! aquí estamos para embellecer esos cúmulos de letras.

Anónimo dijo...

Queridos kapitán y mewell, iba a escribirles diciéndoles que quien se pica, ajos come. Pero luego me he quedado pensando en la frase y me he dicho, ¿y eso? ¿qué tendrá que ver una cosa con la otra? ¿qué diantres querrá decir? Y lo más importante, ¿qué diantres significa diantres?

Y claro, siguiendo este discurso racionativo o racionaloide, no gana uno para disgustos.

Como tampoco gana el reverendo, que tras su cruzada a favor de los asteriscos ahora inicia una en defensa de las cursivas, a los que algunos llaman itálica, pero que en Italia llaman "acostaica".

A todos, gracias por sus sabias palabras. Sin ellas, sus comentarios estarían vacíos.

Digo yo, vamos...

Enrique Hormigos dijo...

Mierda, yo que venía con la idea de escribir algo gracioso, y al final no sé si voy a estar a la altura.

Además, en realidad la idea era comentar lo excelente y clarificador que me pareció el post referido a la auténtica historia de Moisés.
Quería haberlo hecho en su momento, pero lo fuí dejando y...