
Adorados lectores y visores de fotos. Como ustedes comprenderán, tenemos unas familias y unas obligaciones para con ellos que cumplir. Por supuesto, no lo vamos a hacer porque pensamos que nuestra gente se merece lo mejor. Y lo mejor es que estemos lejos y no molestemos mucho. Y ésa es la razón por la cual nos hemos montado una cabaña en un árbol para pasar el verano. Al árbol no le falta de nada. A la cabaña sí. Lo cual indica que o bien los árboles se conforman con menos, o bien que ya no se hacen cabañas como las de antes.
Si ustedes, oh amados congéneres, quieren venirnos a visitar, tienen las puertas abiertas. Les invitaremos a una limonada y jugaremos a las películas. Verán qué risa, el capitán imita a Zoolander fetén fetén.
Si no nos quieren venir a visitar y no quieren saber nada más de nosotros, no les culpamos. A nosotros nos pasa lo mismo.
Por eso cerramos el chiringuito y nos vamos hasta septiembre, cada uno por su lado, en busca de nuevas y trepidantes aventuras que contar, en busca de sorprendentes y bellas fotos que realizar, en busca y captura por hurto menor (robamos a un señor bajito).
Así que si ustedes lo tienen a bien, nos vemos en setiembre.
Besos, abrazos, parabienes, loción antimedusas y un deseo: feliz navidad.