viernes, 13 de junio de 2008

Sí quiero



Casarse es lo que tiene, que está muy bien, pero sólo si encuentras a alguien que quiera hacerlo contigo. Yo, por ejemplo, me casé varias veces solo y un par de ellas mal acompañado y qué quieren que les diga, no es lo mismo. ¿Eh? ¿Qué quieren que les diga? ¿Y para qué quieren saber eso? Desde luego, hay gente para todo. Incluso para casarse. Antes se les llamaba curas. Ahora, como todo el monte es orégano, da gusto salir a pasear. Por el olorcito. ¿O es la olorcita? Por cómo huele, vamos.

Dicen que de una boda siempre sale otra boda. Eso no es verdad. De una boda, lo que salen es un montón de borrachos que confunden barra libre con barra libertinaje y arramblan con todo. Malditos alcohólicos, por su culpa los abstemios no pueden ir a las bodas de los amigos. Porque los abstemios no tienen amigos. Ni siquiera entre ellos se soportan. Malditos abstemios. ¿Imaginan una boda de abstemios? ¡Dios, qué aburrimiento! ¿Imaginan a una persona que en su sano juicio, sin estar intoxicado de alcohol, así por las buenas, decide que sería divertido iniciar una conga de jalisco? ¿Y que alguien también abstemio pensara que es una gran idea y le siguiera? ¿Una conga de jalisco de abstemios? Sólo tendría sentido si la hicieran en un acantilado y fueran cayendo uno a uno por el precipicio, al ritmo de “la conga (chas chas) de jalisco (chas chas) va y viene (chas chas), aaarreando (chas chas)”. Todo esto, dicho con todo el cariño para los abstemios, claro.

Tal vez sea por mi don de gentes, tal vez por mi robusto y adusto físico, tal vez sea por una conjunción de ambas o tal vez porque a los novios les gusta fardar de que conocen a alguien como yo, siempre me piden que salga al estrado y dirija unas palabras a la gente. Yo siempre digo las mismas: trolebús, níscalo, turulato, mejunje, correveidile, tractor, zumbado y mi favorita: afelpadito.

Afelpadito es la mejor palabra que existe. Sólo por decirla ya te entra el gustito. Pruébenlo en sus casas (o donde estén, vamos) y verán. A fel pa di to. Ohh, qué placer. ¿A que no pensaban que unas letras pudieran dar tanto gustito? Pues hagan como yo, siempre que puedan, métanla en una frase. Me he puesto un pijama afelpadito. Pues no voy bien ni nada con mi camiseta imperio afelpadita. Oiga, por favor, póngame un café afelpadito.

Me conformo con poco, qué se le va a hacer. La culpa es de mis padres (abstemios, claro), que yo les pedía videojuegos y ellos me regalaban palabras. Toma hijo, juega con la palabra luciérnaga, mientras nosotros nos vamos de crucero por el Pacífico Sur.

Y de esos lodos vinieron estos polvos. Es la primera vez que utilizo esta expresión, que lo sepan ustedes.

En fin, que este fin de semana, quien no se casa es porque no quiere. Por ejemplo, los amigos y fieles lectores del blog, Iñaki y Anna, Anna e Iñaki (en total son dos, lo acoto por si se han perdido) se unen en santo matrimonio. En matrimonio a secas, que mola más. Y el capitán Rumikel y el menda lerenda, queremos felicitarles y desearles que tengan una vida en común muy muy feliz. Y sobre todo, muy muy afelpadita.

A fel pa di taaaaaaa…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Aquí el capitán RUMIKEL al habla, dile al novio que se ponga. Oye, que felicidades, que me encanta tu afelpadito traje y tu afelpadita corbata, la novia muy afelpadita tambien...

Un besazo afelpadizo a los dos!!!

Aliche dijo...

Besos y abrazos afelpaditos a los novios. Muchas felicidades por muchos y muchos años!!

Anónimo dijo...

que sorpresa, salir en el blog más blog. Realmente ha sido tu mejor segundo texto, después del que hiciste para la boda. Eso sí, se entendió. Supongo que ayudo que no lo verbalizarás tu. gracias amigo.

El novio